PORTUGUÊS
14 de Março 2018
Chamado de Amor e de Conversão do Casto e Amante Coração de São José
Áudio da Mensagem – Voz de Manoel de Jesus
Filho, o mais pequeno lírio de Meu Coração:
- Nossos Sacratíssimos Corações estão tristes,
- porque as almas estão ignorando
- Nossos Chamados de Amor e de Conversão.
- Escutam somente como mais uma profecia,
- e logo se comportam indiferentes aos desejos do Senhor.
Muito poucas são as almas
- que estão tomando com firme compromisso
- os Chamados, para toda a humanidade.
Pequeno:
- Nossos Corações sofrem,
- porque o mundo não está obedecendo Nossos Conselhos,
- e vai percorrendo um caminho de perdição.
O homem está se afastando mais de Deus.
Quando o ser humano esquece o Amor de Deus,
- esquece o valor de si mesmo,
- e o valor que tem seu próximo.
E, por isso,
- a humanidade se destrói;
- faz-se mal entre irmãos;
- as mães assassinam seus filhos em seu próprio ventre.
O homem esqueceu o amor que deve existir entre eles, como irmãos, e deles com Deus, como filhos.
Não estão escutando Nossos Chamados de Amor e de Conversão, que são os Últimos Chamados
Não escutam Nossas Advertências e muitos se deixam seduzir pelos falsos profetas, que desunem o Exército Restante do Cordeiro de Deus.
Humanidade: almas!
Não estão escutando.
Seguem surdos à Voz do Pai.
Queridos apóstolos:
- não estão respondendo como o Senhor e a Mãe esperam de vocês.
- O fruto da desobediência é a confusão.
Queridos filhos:
- regressem à Casa de Nazaré.
- Regressem para que escutem a Voz do Senhor.
- Regressem, para que se encontrem com o Amor de Jesus.
- Regressem, para que também vocês sejam luz para os demais.
Foi-lhes dada a Luz de Fogo do Espirito.
- Não a escondam.
- Não a apaguem.
- Mas escutemos em Nossos Chamados de Amor e de Conversão,
- que à luz da Palavra de Deus e do Ensinamento Apostólico,
- os ajudaremos a ser verdadeiros apóstolos dos Sagrados Corações.
Escuta, Povo de Deus!
Já não sejam surdos à Voz do Senhor!
Como o Protetor da Igreja os abençôo: Em Nome do Pai, e do Filho, e do Espírito Santo. Amém.
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ESPAÑOL
14 Marzo 2018
Llamado de Amor y de Conversión del Casto y Amante Corazón de San José
Áudio da Mensagem – Voz de Manoel de Jesus
Hijo, el más pequeño lirio de Mi Corazón,
- Nuestros Sacratísimos Corazones están tristes,
- porque las almas están ignorando
- Nuestros Llamados de Amor y de Conversión.
- Nos escuchan solamente
- como una profecía más,
- y luego se comportan indiferentes a los deseos del Señor.
Muy pocas son las almas
- que están tomando con firme compromiso
- los Llamados, para toda la humanidad.
Pequeño,
- Nuestros Corazones sufren,
- porque el mundo no está obedeciendo Nuestros Consejos
- y va recorriendo un camino de perdición.
El hombre se está alejando más de Dios.
Cuando el ser humano olvida el Amor de Dios,
- olvida el valor de sí mismo,
- y el valor que tiene su prójimo.
Y, por eso,
- la humanidad se destruye;
- se hacen daño entre hermanos;
- las madres asesinan a sus hijos en su propio vientre;
- el hombre ha olvidado el amor
- que debe existir entre ellos como hermanos
- y de ellos con Dios como hijos.
No están escuchando Nuestros Llamados de Amor y de Conversión, que son los Últimos Llamados.
No escuchan Nuestras Advertencias y muchos se dejan seducir por los falsos profetas, que desunen el Ejército Remanente del Cordero de Dios.
Humanidad, almas, no están escuchando, siguen sordos a la Voz del Padre.
Queridos apóstoles,
- no están respondiendo como el Señor y la Madre esperan de ustedes.
- El fruto de la desobediencia es la confusión.
Queridos hijos,
- regresen a la Casa de Nazaret.
- Regresen, para que escuchen la Voz del Señor.
- Regresen, para que se encuentren con el Amor de Jesús.
- Regresen, para que también ustedes sean luz para los demás.
Se les ha dado la Luz del Fuego del Espíritu.
- No la escondan.
- No la apaguen.
- Pero escúchennos en Nuestros Llamados de Amor y de Conversión,
- que a la luz de la Palabra de Dios y de la Enseñanza Apostólica,
- los ayudaremos a ser verdaderos apóstoles de los Sagrados Corazones.
¡Escucha Pueblo de Dios ya no sean sordos a la Voz del Señor!
Como el Protector de la Iglesia los bendigo: en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
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