Orações

Devocionario ao Preciosíssimo Sangue de Jesus – Parte 3

= Parte 3 =

Orações Tradicionais da Igreja Católica ao Preciosíssimo Sangue de Jesus

 

(Em espanhol. Oportunamente serão traduzidas para o português)

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DEVOCIONARIO de los MISIONEROS DE LA PRECIOSA SANGRE

(Fonte: MISIONEROS DE LAPRECIOSA SANGRE)

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Devocionario C.PP.S.

Oraciones a la Sangre de Cristo

MISIONEROS DE LAPRECIOSA SANGRE

 

MISIONEROS DE LAPRECIOSA SANGRE

MISSIONARIES OF THEPRECIOUS BLOOD

431 E. Second St. Dayton OH 45402-1764 937-228-9263

Sirviendo en los Estados Unidos, Chile, El Perú, Guatemala
y Colombia.

cpps-preciousblood.org

DEVOCIONARIO de los MISIONEROS DE LA PRECIOSA SANGRE

Provincia de Cincinnati

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TABLA DE CONTENIDOS

= PARTE 3 = 

 

  1. Oraciones a la Sangre de Cristo
  2. – Oración a la Preciosa Sangre 
  3. – Acción de gracias de los redimidos 
  4. – Himno a la Preciosa Sangre (Santa Maria De Mattias)
  5. – Corona de la Preciosa Sangre
  6. – Consagración a la Sangre de Cristo 
  7. – Comunión con la Sangre de Cristo 

 

ORACIONES A LA SANGRE DE CRISTO

 

Oración a la Preciosa Sangre

Señor Jesucristo, que nos redimiste con tu Sangre Preciosa, te adoramos y te bendecimos. Te damos gracias por el don de tu Sangre, que con amor eterno ofreciste hasta la última gota para hacernos partícipes de la vida divina.

La Sangre que derramaste por nuestra redención nos puri que del pecado y nos salve de los engaños del maligno. La Sangre de la Nueva Alianza, nuestra bebida en el sacri cio eucarístico, nos una a Dios y entre nosotros en el amor, la paz y el respeto a cada persona, especialmente a los pobres.

Sangre de vida, de unidad y de paz misterio de amor y fuente de gracia, embriaga nuestros corazones con el Espíritu Santo.

Acepta, Señor, nuestra vida unida al ofrecimiento de tu Sangre, para que podamos completar en nosotros lo que falta a tu pasión para el bien de la Iglesia y la redención del mundo.

Señor Jesucristo, haz que todos los pueblos te puedan bendecir y agradecer aquí en la tierra y en la
Gloria de los cielos, con el canto de alabanza:
“Nos has redimido, Señor, con tu Sangre. Y nos has hecho un Reino para nuestro Dios”. Amén.

 

Acción de gracias de los redimidos

Oh Dios, todopoderoso y sempiterno, es bueno ahora y siempre, darte gracias por Jesucristo, nuestro Señor. Tú enviaste a Jesús al mundo para liberar a la humanidad del poder del mal y redimir el mundo con su Sangre Preciosa. Todos los que han lavado sus vestimentas, sus manos, sus vidas en la Sangre del Cordero seguirán a Jesús y participarán de su eterna gloria. Proclamamos tu Gloria y nos unimos en su eterno himno de alabanza. ¡Amén!

Bendición, Gloria, sabiduría, acción de gracias, honor, poder y fuerza sean a nuestro Dios, ¡por los siglos de los siglos! ¡Amén!

 

Himno a la Preciosa Sangre (Santa Maria de Mattias)

Que todos los pueblos aplaudan,
aclamen al Señor con júbilo y alegría.
Porque el Señor excelso y grande
tuvo misericordia de nosotros.
El Padre no retuvo para sí a su propio Hijo,
sino que por todos nosotros lo inmoló,
para redimirnos y liberarnos
de nuestros pecados en su Sangre.
Y así justi cados en su Sangre,
por su mediación nos salvó de todo mal.
Y nosotros, que estábamos lejos,
fuimos acercados en virtud de la Sangre de su Hijo. Que todos los pueblos aplaudan…
Señor, Dios mío, ¿cómo te pagaré
todo el bien que me has hecho?
Tomaré el cáliz de la Salvación
e invocaré el poder de esta Sangre.
Canten himnos a Jesús, todos ustedes, sus santos,
y celebren la memoria de su santidad.
Porque nos amó y nos lavó en su Sangre
y se hizo nuestra ayuda y nuestro Redentor.
Que todos los pueblos aplaudan…

Bendita sea por los siglos la Sangre de Cristo que hizo cosas admirables por nosotros.

Bendito sea Jesús eternamente y se llenen el cielo y la tierra  de la gloria de su Sangre.
Que todos los pueblos aplaudan.

 

Corona de la Preciosa Sangre

La Corona de la Preciosa Sangre es una forma de meditación. En cada uno de los misterios se contemplan los diversos momentos de la vida del Redentor en los que mostró su amor a la humanidad, derramando su sangre en el ofrecimiento de su vida en la Cruz. El hecho biológico del derramamiento de la Sangre es sólo un elemento secundario; lo importante es que la Sangre derramada por Cristo es la manifestación y la donación que Él ofrece al Padre por amor a nosotros.

Este rosario de la Preciosa Sangre no es sólo simbólico en su contenido sino también en su estructura: el Padre Nuestro se repite 33 veces (recordando la edad de Cristo en el momento del sacri cio).

Los siete misterios del derramamiento de sangre indican el cumplimiento de la Redención. Estos números quieren manifestar que toda la vida de Jesucristo es tiempo de Redención.

Después de cada misterio se puede hacer una re exión u oración. Siguen cinco Padre Nuestros (tres en el último misterio) y se concluye con un Gloria.

Primer Misterio

Jesús derramó Sangre en la Circuncisión

“Al octavo día circuncidaron al niño según la ley y le pusieron el nombre de Jesús, nombre que había indicado el ángel antes que su madre quedara embarazada” (Lucas 2, 21).

Reflexión

Cristo no vino a abolir la ley antigua sino a completarla; por eso, Él no va contra la ley externa, sino que la cumple para hacerla interior. Y esto es lo que sucede en la Circuncisión. Jesús se incorpora por este rito al Pueblo de Israel. Lo importante es que al mismo tiempo Él permanece libre. Honra la obediencia y enseña el camino a los que se sienten oprimidos por la ley, los reglamentos, los ritos y las tradiciones

Oración

Ayúdanos, Señor, a asumir el compromiso de nuestro Bautismo, por el cual fuimos incorporados a tu Iglesia. Concédenos vivir la libertad de tus Hijos en el Espíritu.

5 Padre Nuestros.

Gloria . . .

Guía: Te rogamos, Señor, socorras a tus siervos. Todos: Que has redimido con tu Preciosa Sangre

 

Segundo Misterio

Jesús derramó Sangre en la agonía del Huerto de los Olivos

“Y entró en agonía y oraba con más insistencia; y su sudor se convirtió en grandes gotas de sangre que caían hasta el suelo” (Lucas 22, 44).

Reflexión

Esta fue una prueba de la debilidad humana que Jesús también quiso padecer: el miedo a la muerte. Su naturaleza humana se resiente, pero el amor del Padre vence: “Pero no se haga mi voluntad, sino la tuya”. Jesús nos muestra, que, ante la tentación, cuando nos sentimos débiles, el camino para vencer el miedo es la unión con el Padre. El hecho de abandonarse a su voluntad, lo libera interiormente y le hace vencer el miedo; de esta forma, con un pleno control de sí mismo, afrontará todo lo que venga

Oración

Señor Jesús, te rogamos por todos aquellos que son presa del miedo y que se sienten desesperados ante la vida. Haz que encontremos nuestra fuerza, no en nosotros, sino en la voluntad del Padre. Ayúdanos a verla en todos los momentos de nuestra vida.

5 Padre Nuestros.

Gloria . . .
Guía: Te rogamos, Señor, socorras a tus siervos.

Todos: Que has redimido con tu Preciosa Sangre.

 

Tercer Misterio

Jesús derramó Sangre en la agelación.

“Entonces, Pilato dejó en libertad a Barrabás; en cambio, a Jesús lo hizo azotar y lo entregó para que fuese cruci cado” (Mateo 27, 26).

Reflexión

Después de la traición y de su arresto, Jesús es conducido de un tribunal a otro. Finalmente Pilato ordena que sea agelado, aunque no encuentra en él ninguna culpa. Este tormento espiritual de ser condenado injustamente, se aumenta con los golpes de la flagelación. Jesús lo acepta por nuestros pecados. No se lamenta ni se opone, sólo ama y se ofrece.

Oración

Señor Jesús, te rogamos por todos aquellos que son acusados o castigados injustamente. Hazles comprender que su sufrimiento y su sangre derramada no es inútil si están unidos a Dios. Haz que nosotros comprendamos que la paz no se consigue con la violencia, sino con el sufrimiento y, sobre todo, con el amor.

5 Padre Nuestros.

Gloria . . .
Guía: Te rogamos, Señor, socorras a tus siervos.

Todos: Que has redimido con tu Preciosa Sangre.

 

Cuarto Misterio

Jesús derramó Sangre en la coronación de espinas

“Lo vistieron con una capa roja y colocaron sobre su cabeza una corona trenzada con espinas. Después, se pusieron a saludarlo: ¡Viva el rey de los judíos!” (Marcos 15, 17-18).

Reflexión

Los soldados trataron a Jesús más duramente de lo que se les había ordenado. No le torturan sólo las espinas sino las burlas. A pesar de todo, sus verdugos dicen la verdad. Es el único Rey del que proviene toda autoridad. Con la Sangre de las espinas Cristo ha glori cado el peso de su responsabilidad. El cristiano puede participar en su reinado sirviendo a los demás, y, a través de las injusticias que sufre, él puede experimentar la gloria de su Señor.

Oración

Señor Jesús, te rogamos por aquellos que sufren por cualquier causa. Por tu Preciosa Sangre da Sabiduría a los que hacen sufrir a los demás para que respeten la dignidad de la persona humana. Está cerca de los que llevan el peso de la responsabilidad de los demás. Haz que nunca nos burlemos de los hermanos y que en ti encontremos la fuerza para perdonar y para amarnos unos a otros.

5 Padre Nuestros.

Gloria . . .
Guía: Te rogamos, Señor, socorras a tus siervos.

Todos: Que has redimido con tu Preciosa Sangre.

 

Quinto Misterio

Jesús derrama Sangre camino al Calvario

“Ellos se apoderaron de Jesús; él mismo llevaba la cruz a cuestas y salió a un lugar llamado la Calavera, que en hebreo se dice Gólgota” (Juan 19, 17).

Reflexión

No es una marcha triunfal la de Jesús hacia el Calvario y bajo el peso de la Cruz. Sin embargo, es una marcha victoriosa: es el amor el que vence. Jesús cae más de una vez por el cansancio, por la brutalidad del ambiente, por el vacío y la soledad espiritual que le rodea. Pero el amor no cae jamás, se renueva al mirar a los demás y olvidarse de sí mismo, aunque esté sufriendo. Sólo hay un consuelo: el encuentro con la Madre, el detalle de agradecimiento de la Verónica y las pocas palabras a las mujeres que lloran.

Oración

Señor Jesús, te rogamos por aquellos que tienen que llevar cada día su cruz y les resulta pesada, insoportable. Por tu Sangre Preciosa, ayúdales a que se levanten continuamente en el largo camino de la vida. Haz que nos demos cuenta de que nuestra valentía reside en seguir caminando con nuestra cruz, aunque ésta nos sea molesta y nos traiga complicaciones.

5 Padre Nuestros.

Gloria . . .
Guía: Te rogamos, Señor, socorras a tus siervos.

Todos: Que has redimido con tu Preciosa Sangre.

 

Sexto Misterio

Jesús derramó Sangre en la crucifixión

“Cerca de las tres, Jesús gritó con fuerza: Elí, Elí, lamá sabactani. Lo que quiere decir: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?” (Mateo 27, 46).

Reflexión

En la soledad de la Cruz Jesús ha experimentado una profunda humillación. Jesús encuentra un vacío y una oscuridad interior, pues no se siente cerca al Padre. Parece que no hay respuesta adecuada a sus padecimientos; sin embargo, no pierde la esperanza: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu.”

Ha vencido la fe. Ha vencido la esperanza. 

Oración

Señor Jesús, te rogamos por los que no encuentran sentido a su vida y por los que renuncian a ella por encontrarse solos, abandonados y por los que no encuentran sentido a sus padecimientos. Haz que todos sintamos la fuerza de tu Sangre, para que en las horas negras, nos unamos a Ti y nos sea más fácil encontrar de nuevo el amor del Padre.

5 Padre Nuestros.

Gloria . . .
Guía: Te rogamos, Señor, socorras a tus siervos.

Todos: Que has redimido con tu Preciosa Sangre.

 

Séptimo Misterio

Jesús derramó Sangre por la lanzada en el costado.

“Al llegar a Jesús, vieron que ya estaba muerto. Así es que no le quebraron las piernas; pero uno de los soldados le abrió el costado de una lanzada y, al instante, salió sangre y agua” (Juan 19, 33-34).

Reflexión

En el costado abierto de Jesús, la Iglesia siempre ha visto la fuente de agua viva: el agua del bautismo y la Sangre del Nuevo Testamento. Esta fuente la encontramos hoy en los sacramentos, especialmente en el de la Reconciliación y la Eucaristía, que nos puri can de nuestros pecados y nos dan la nueva vida de los hijos/as de Dios, hasta que seamos finalmente injertados en Cristo por la Resurrección. Este es el gran don de Jesús: por medio de sus Sacramentos nosotros podemos ya en la tierra unirnos en comunión con el Padre y con los hermanos/as que habitan en la nueva Jerusalén Celeste.

Oración

Señor Jesús, te rogamos por todos aquellos que no tienen la suerte de recibir los Sacramentos, por no conocerte, por estar separados de la Iglesia o por el error del pecado. Haz que en tu Sangre encontremos la fuente de la reconciliación. Haz que en tu Sangre descubramos el gran amor del Padre y de Tu donación, para que entre todos exista el vínculo de la caridad y así podamos seguir caminando hacia la Patria celestial.

3 Padre Nuestros.

Gloria . . .

Guía: Te rogamos. Señor, socorras a tus siervos.

Todos: Que has redimido con tu Preciosa Sangre.

Oración Final

Señor Jesús, te damos gracias por tu Sangre derramada por nuestra Redención. Te damos gracias por tu entrega generosa en la Cruz. Te rogamos que seamos lavados en Tu Sangre para que nuestras vidas tengan sentido y para que nos dediquemos con todas nuestras fuerzas y con toda nuestra ilusión a colaborar contigo para que todos conozcamos el amor que nos tiene el Padre.

Por Cristo nuestro Señor. Amén.
Guía: Bendigamos y demos gracias siempre a Jesús.

Todos: Que con su Sangre nos ha salvado.

Consagración a la Sangre de Cristo

Señor Jesucristo, te damos gracias, por haberte hecho ser humano para traernos a la tierra el amor del Padre Celestial. Te damos gracias, Hijo de Dios, por haberte encarnado, haciéndote hermano nuestro y darnos tu amor.

Te damos gracias, Buen Pastor, por haber dado la vida por tu rebaño, puri cando y santi cando a todos los que cumplen tu Palabra y haciéndonos partícipes de tu sacri cio de reconciliación.

Te alabamos y glori camos, porque por medio de tu Sangre Preciosa borraste el pecado del mundo. Te alabamos y bendecimos, porque al entregar tu vida por nosotros, nos diste una nueva esperanza. La muerte es ahora la puerta de la resurrección; y porque tuviste misericordia de nosotros, podemos ser también, unidos contigo, instrumentos de misericordia y reconciliación.

Te alabamos y bendecimos, Salvador nuestro, por habernos hecho miembros de tu cuerpo, que es la Iglesia, por medio del Bautismo y la Con rmación. En la Eucaristía nos permites sellar el vínculo del amor y la paz, y en el Sacramento de la Reconciliación sanas las heridas de nuestra peregrinación terrenal y nos devuelves la vida de la gracia, cuando la perdemos.

Te alabamos y bendecimos, Jesús, por tu Palabra y por todos tus sacramentos que nos hacen miembros vivos y activos de tu Iglesia.

Te damos gracias por todos los que en tu nombre conducen este rebaño comprado con tu Sangre. Gracias, Señor, por aquellas personas que despertaron nuestra fe y por los que nos han guiado por el camino del amor.

Quisiéramos, hoy, agradecerte especialmente, porque en tu Sangre Preciosa encontramos la llave que nos abre y explica el misterio de la vida, del sufrimiento y de la muerte.

Ya que por amor te hiciste ser humano, sufriste y moriste en la cruz, también nosotros queremos ofrecer nuestras vidas, sufrimientos y muerte a Dios, en unión contigo, para así amar de verdad a nuestros hermanos.

Por eso, hoy, nuevamente nos consagramos a tu Sangre Preciosa. Renovamos las promesas bautismales y deseamos con ardor ser mejores miembros de tu Iglesia, más alegres y de mayor entrega.

Queremos completar en nuestra vida lo que falta para la redención y salvación de todos. Deseamos que nuestro tiempo, sea tu tiempo; que nuestra alegría, sea tu alegría; y nuestro dolor, una participación en tu amor redentor.

Unidos contigo, queremos ofrecerte nuestra sangre y nuestra vida por la salvación de la humanidad y ser también un río de misericordia para vencer el temor y el espíritu del mal, para dar fortaleza y con anza a los que sufren; para enseñar a los que buscan el Camino; para volver al Camino a los extraviados; para consolar a los moribundos y para suplicar por el perdón de los difuntos.

Señor Jesucristo, por el poder de tu Sangre Preciosa, ayúdanos a ser eles a esta consagración. Danos la gracia de perseverar en la contemplación y adoración de este Misterio de amor.

Ayúdanos a difundir este mensaje de redención para aumentar el número de los que honran tu Sangre Preciosa, para la mayor gloria de Dios y la salvación del mundo. Amén.

Comunión con la Sangre de Cristo

Alabanzas y gracias a ti, Señor Jesús,
que nos invitas a comer tu carne y a beber tu Sangre.

Creemos en tu presencia real bajo los signos Eucarísticos en cuyo misterio renuevas la Alianza Eterna de tu amor con el pueblo que has adquirido con tu Sangre.

Queremos vivir esta alianza adorando cada día el misterio de nuestra Redención y dando testimonio con la vida del valor salvador de tu Sangre y, liberados de todo obstáculo, podamos entrar en

la Iglesia, Cuerpo Místico, nacida en tu Corazón abierto en la cruz.

Haz que, comulgando con tu Sangre, toda la Iglesia reciba tu espíritu de amor, aprendiendo a amar como tú amaste, aceptando el cáliz de la voluntad del Padre y llevando la cruz que redime.

Sigue derramando de tu costado sangre y agua que puri quen nuestros pecados y nos impulsen a vivir según tu ejemplo, disponibles a las hermanas y hermanos.

Que tu Cuerpo y tu Sangre que recibimos en comunión renueven continuamente tu Iglesia con el gozo de los redimidos. Amén.

 

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